jueves, 21 de octubre de 2010

Gorilas en la niebla...o perlas en la mierda.

Ella está de espaldas a la puerta, vestida con lo que parece un pareo improvisado. Está colocando balas en el cargador de su pistola. Entra él, el torso desnudo, ella lo mira por encima del hombro y sigue con su trabajo. El le pone la mano en el brazo y ella, de repente, se la retuerce para obligarlo a arrodillarse.
-Aunque me rompas la muñeca, voy a besarte- dice él incongruentemente, porque está mucho más abajo de ella. Entonces ella lo corrige arrodillándose ante él y se besan despacito mientras se tumban en el suelo, él encima de ella.

Es extraño, ella es preciosa, alta, de ojos azules, unos carnosos labios imposibles, unos muslos esculturales, pero es a él a quien miras. También es muy hermoso. Se mueve lentamente sobre ella mientras la besa, es curioso cómo lo hace. La cámara se demora en la caricia que ella desliza por su brazo musculoso, en la forma en que toma posesión de él atrapando con su pierna las de él.

De repente, ella hace un quiebro y se coloca a horcajadas encima suyo, está claro quien manda pero, sorprendentemente, él no juega a desafiarla ni a rendirse, sencillamente parece que la quiere como es. Ella se inclina a besarlo de nuevo. Entonces lo agarra del cuello rudamente, no lo deja moverse un milímetro, y comienza a bajar poco a poco por su cuerpo saliéndose del encuadre.

Extrañamente, la cámara no la sigue nunca, están decididos a mostrárnoslo a él, su cuerpo, su placer, toda una novedad. Y porque estamos viéndole a él sujeto por la mano de ella, advertimos enseguida que ella ha debido morderle una tetilla porque él pone cara de dolor...aunque parece dispuesto a llegar donde haga falta.

Ella sube de nuevo hasta su boca, le besa mientras su mano acaricia el brazo de él hasta llegar a su muñeca...y en un movimiento tan rápido que casi no se entiende, saca de la nada unas esposas y le ata el brazo a la pata de la cama, saltando enseguida fuera de su alcance.

Êl se incorpora sorprendido mirándose la mano, la mira a ella y le dice:
- No esperaba esto, pero si lo quieres así estoy dispuesto.

Pero ella no quiere acostarse con él, sólo quería impedir que la siguiera. Fin de la escena.


Y ¿de donde sale todo esto? De una película infumable que me tragué porque a veces pasa eso, la tele te abduce y terminas viendo cosas que hubieras jurado ante Dios que nunca te rebajarías a mirar. La peli en cuestión es Tom Raider 2, ella es la aguerrida y escultural Angelina Jolie y él, un Gerard Butler en estado de gracia física. Y no, no veáis el resto, no vale la pena. Como mucho echadle un vistazo a esta escena (está sobre la mitad del metraje). Pero sí he aprendido una cosa importante:

De cualquier mierda se pueden sacar perlas...o no.

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