martes, 15 de marzo de 2011

Y las pelirrojas qué? ¡ Yo quiero ser Geena Davis!






Y en cambio soy Tellama Lallama, reportera especializada y corresponsal en el extranjero…según se vea…puede que el extranjero sea el Machu Pichu o puede que sea Quintanar de la Orden. Por el momento al extranjero llego en metro. Pero oye, como dijo Italo Calvino, “lo importante son los conceptos señorita Pinky” (bueno puede que así exactamente no lo dijera pero esto a mi me autoayuda para escribir este párrafo)
Pero, insisto, sería más bonito que el extranjero fuera no sé…el mar de los Sargazos o la Bahía de Rande con tesoros y todo. Aunque la Bahía de Rande no sale en la peli de marras. Ah, pero… ¿dije peli??? Sí señoras y señores, o que se creían, ¿que esta reportera no iba a seguir la consigna??? ¿Cómo creen que me autoayudo sino?

Pos verán. Todo comenzó un día de octubre en que me hallaba efectivamente, analizando la situación extranjera en Lima, para ver qué apasionante reportaje os mandaba queridos lectores y queridas lectoras (¡ay por dios como cansa esto señora ministra -¡Ah! ¡Que ya no hay!- Pero que no se diga que una no se esfuerza por la igualdad desde el lenguaje) cuando de pronto…me cansé. Sí, me cansé. Esa cosa tan humana. Y es que leyendo los reportajes de Pipaspochas, Seki Voka y la Rubia Tonta, me sentí en la obligación de emular a mi doble compatriota Vargas Llosa y escribir cosas Nobel. Y oyes… ¡eso cansa!



De manera que me arrastré hacia el televisor, previo paso por la cocina para avituallarme de algo masticable con salsa picante (ají, le llamamos mis pequeños saltamontes y saltamontas) y hete aquí que…sí señores ¡vi una luz!!! Y no era que me había muerto…era que daban una peli. Que digo una peli. Daban LA PELI. No dando crédito me acomodé en la cama (es que en aquellas tierras extranjeras -según se mire porque justo ahí fui a nacer hace…un número indeterminado de años- me entran las malas costumbres nativas de poner la tele en la habitación) y me dispuse a ver por enésima vez las carreras, los saltos y los besos de tornillo de los dobles de Geena Davis y Mathew Modine. Era "La isla de las cabezas cortadas"


Y una vez más llegué a la conclusión de que ¡me encanta esta peli!!! Quiero ser pirata pero así, como ella, como Geena Davis porque ella va y hace lo que le da la gana y encima tiene al Mathew de qué… ¿acaso de compañero?, ¿acaso de jefe? ¿Acaso de contrincante? No señor, lo tiene de ESCLAVO. Y como una tiene sus perversiones pues…eso es más… bonito que cualquier otra cosa (no digo mucho más sobre el morbo y esas cosas porque, Pipaspochas, eres menor de edad aunque seas nuestro ídolo).
Encima va y se lía a dar volteretas, todas las del mundo, y lo de su doble lo dije por pura envidia cochina porque dicen por ahí que ella lo hizo todito sin doble y el Mathew también.
El caso es que pasé un rato estupendo y no escribí nada. AH!! Pero ¿y los efectos benéficos autoayúdicos? Ella es una superprota in-rubia (esto es no-rubia y sin ánimo de ofender Rubia tonta, lo que pasa es que habemos otros colores y hay que reivindicarlo), una pirata que se atrevía a ponerle a su barco un nombre ñoño y femenino “El Morning Star” y aun así la respetaban (Es que no me imagino “Cuidado con la terrible maldición del Morning Star”, no es serio.) y encima lo del esclavo. Ay.
Y pasado el tiempo me digo y por qué no hago memoria y les cuento a mis lectores y lectoras (aun inexistentes) ¿esta maravillosa experiencia de cine y autoayuda? Y para hacerlo a cabalidad, como vaga que se respete, me fui derechito a Wikipedia. Una de estas cosas sobrevaloradas que sin embargo conviene mirar. ¿Y qué me encuentro? ¡OPROBIO!!! ¡CALUMNIAS! o al menos ¡MALDADES! Al principio me hundí en la depresión y en una lata de leche condensada que mis médicos brujos (esta es otra historia) me tienen prohibidísima, para consolarme. Reflexionando con la cuchara en la boca, me di cuenta de que no había motivo más que para el regocijo.
Veréis. Resulta que esta peli fue uno de los más grandes fracasos de taquilla de la historia del cine, la gente no solo no la veía sino que abominaban de ella, que si era solo para lucimiento de Geena Davis, que si Mathew cobró carísimo para hacer de esclavo (que contradicción más estupenda, mon dieu!), que si solo se salva la banda sonora… Imaginé las salas de cine desiertas, es más me imaginé a mi misma en una sala de cine desierta y saliendo del cine con sombrero y gabardina, es decir, con el uniforme de pasar desapercibida, para que no se burlaran de mi los demás espectadores (que como todo el mundo sabe, están pendientes de mis preferencias).
Pero una voz en mi interior dijo ¡Y qué mi niña! (es que soy un poco ñoña) ¿No te das cuenta de que así se reafirma tu individualidad? Corrí entonces a revisar mi ejemplar de “Yo estoy bien, tú estás bien” que tenía escondido detrás de “Yo me he robado tu queso imbécil” para hacerme la dura, y comprendí que mi camino de sanación tenía que pasar por aquí, por esta peli, por esta unicidad, por esta mismidad mismamente…Y la banda sonora de mi vida entonó un bonito aleluyadehendel reafirmante cual crema veraniega (y no me refiero al Vichisuá). Y así, con la autoestima renovada (un poco subidita diría yo, releyéndome a mi misma), me puse a escribir estas líneas.
Moraleja: Es mejor esconder el “Yo estoy bien, tú estás bien”, detrás del diccionario María Moliner. Es más grande.
Ya está pues, licenciados-as.
Tellama Lallama

2 comentarios:

  1. Estimada sra. Lallama:

    quiero que sepa que me ha encantado su primera crónica en esta página sin par!! Tengo que decirle que soy del enoooooorme montón de los que no nos gustó la peli (salvo por el esclavo, lo reconozco). Pero quiero que sepa que me lo he pasado estupendamente con su post, que le envidio la que parece ser una inconmensurable biblioteca de autoayuda (y de autoayuda de la autoayuda, que eso sí que es nivel!)

    Y estoy con usted al cien por cien, lo importante no es lo que piensa la mayoría (salvo por las elecciones próximas, ¡mecachis!) sino lo que a una le llena y le realiza. Me deja, eso sí, con innumerables dudas que espero que vaya resolviendo en sucesivas crónicas: lo de sus médicos brujos y la lata de condensada, de que va "Yo no me he robado tu queso, imbécil" o en qué cadena encuentra usted estas joyas del...cine.

    Por cierto,maravillosa elección fotográfica

    ResponderEliminar
  2. Como lacertilia perezosa que soy, estoy encantada de que nuestra corresponsal en el extrajero realice aportes en esta, nuestra página. Y creo que ella siempre está en el extrajero porque es verdad, el extrajero es un concepto sobre todo. No he visto la película, así que voy a opinar. Y opino que las pelirrojas tienen derecho a lo que quieran, particularmente a hacer pelis de piratas. Incluso me atrevería a afirmar que son las que más pelis de piratas han hecho: ahí tenemos a la impresionante Maureen O'Hara o incluso a Susan Hayward, ambas pelirrojas y piratas. Opino que se podría hacer un estudio acerca de las propiedades piratescas del cabello pelirrojo. O acerca de la presencia de las pelirrojas en el cine de piratas. Propongo además que nos reunamos con palomitas para ver un gran clásico del cine de piratas "La mujer pirata" de Jacques Tourneur. Aunque la protagonista no sea pelirroja. Por otro lado, por ejemplo, un poco más cerca o aquí mismo, estoy totalmente de acuerdo con la moraleja de nuestra querida Tellama Lallama, el María Moliner tiene mucho detrás.
    besos de una tímida lacertilia rubia

    ResponderEliminar