sábado, 12 de marzo de 2011

Autobuses

Hoy, voy a cometer la valentía de enfrentarme a uno de los grandes enigmas a los que el ser humano ha tenido que enfrentarse jamás. Quizá os estéis imaginando que esta disertación tratará sobre las relaciones espacio-tiempo en los agujeros negros, o la teoría de la relatividad, o sobre el término de lo infinito, pero realmente no hace falta irse tan lejos, para encontrar una pregunta a la que nadie ha encontrado respuesta:
-Por que la puerta del autobús nunca para delante de ti?????

NO, no tratéis de hallar la respuesta, porque, queridos amigos, no existe. Es imposible; es decir, no es taaaaan difíííícil, que cuando un conductor para en una parada vea a la gente pegándose a la acera y pare el autobús delante de ella, pero el buen conductor nunca lo hace.

Quizá es un impulso, algo que no se controla, o quizá sea para hacer la gracia de ver a la señora mayor, con tacones, abrigo de piel y bufanda dejándose los pulmones en el trayecto hasta la entrada del vehículo.

Aún así, jamás hemos de generalizar, porque cada autobusero se comporta de una manera especial, característica, con unas pautas a seguir. Podemos distinguir cuatro tipos de conductor:

-El discotequero (o Homo Chulo Familiaris): este tipo de autobusero, siempre se comporta de esta manera, haciendo a la gente correr, pero resulta que encima cuando subes al autobús, te mira por encima del hombro, tras sus gafas de sol, y con su pelo engominado, viendo como te deshinchas, como diciéndote:"pues tampoco ha sido para tanto". Este conductor se determina fácilmente, ya que siempre llevará o perilla, cresta de pavo o unos pendientes, y unas gafas de sol, para que al mirarte, intimide un poco. Es una especie muy versátil, con lo que los podemos encontrar, más o menos, en todos los paisajes, tanto peninsulares como europeos.

-El gruñón (o Homo Difficile Avus): este conductor es uno de los más agresivos, se suele encontrar en el levante provincial, y zonas centrales, como Madrid, y alrededores (Toledo, zonas de Castilla y León cercanas a Madrid...etc). Este autobusero tiene hermosas características. Principalmente: éste te hace correr una distancia más grande de la normal, ya que, al subir al autobús, te tendrá que, o bien insultar, o gritar, o chillar, o, en fin, decirte que algo que has hecho está mal, por ejemplo:
Estoy subiendo al autobús, subo, doy un paso, dos, estoy en la cabina del conductor. Paso el bonobús, y no me pita, está sin saldo. El autobusero me dice: "y ahora qué?". Mientras me limpio sus perdigones de saliva de la cara, le respondo "no sé" (y pensando por dentro "tu sabrás, llevas aquí mucho más tiempo que yo"); a lo que él me responde: "no sé no, si no hay dinero, no hay viaje", y me echa del autobús.
Otros casos se pueden dar, en los que simplemente el autobusero te insulte, o te grite, pero te deje subir, por ejemplo:
Una señora cruza la calle por delante del autobús, cuando el vehículo está delante de una parada, sube al transporte, y entonces el conductor le contesta: "pero, no ve usted que el autobús está aquí parado?", la señora le dice que sí (menos mal), y él le dice: "pues no vuelva a hacerlo, no cruce otra vez por delante". "No, no", le dice la señora, pero el autobusero la sigue bombardeando: "no, pero es que no quiero que hoy me diga que no lo va a hacer y mañana lo repita". La señora pasa el bonobús y la discusión se termina.

Hay un subgénero de este conductor, que disfruta viendo sufrir, de alguna manera, a sus clientes. Es denominado el cabezón, que es lo que le grita toda la gente a la que deja tirada, (o Homo Difficile Sapiens). Este autobusero desarrolla fuertes técnicas de caza, en las que engaña a la gente que va a subir al autobús, por ejemplo:
Van dos amigos, a las 7 de la mañana, con las ojeras hasta los tobillos, porque tienen que llegar al instituto, ah, porque esa es otra, que los horarios escolares, no están adaptados a la sociedad, que los niños parecen pescadores, o mineros, levantándose a las tantas, que tienen que dormir 8 horas, algunos dicen que 9, otros hasta 10 horas de sueño, algo que no está claro...Bueno, pero no me voy por las ramas. Son las 7 de la mañana, y, cuando giran la esquina de la parada, ven al autobús, que les espera apaciblemente quieto. Justo cuando se van a acercar, la cacería se pone en marcha, el autobusero intimida a sus presas, haciendo rugir el motor, con lo que éstas se ven obligadas a correr. Corren, con las mochilas de 6 kilos, haciéndolas trotar en sus espaldas y, con suerte, arrugando alguna que otra ficha de matemáticas, y cuando están a unos dos metros de distancia, el autobusero pisa el acelerador. Ya es inútil correr, pues
cuando ellos llegan a la altura de la puerta, él les saluda y sonríe, mientras se aleja despacio, para frustrar a los clientes. Además, todos sabemos, que a las 7 de la mañana, nadie tiene ganas de que le toquen sus partes nobles, por lo que este conductor se aprovecha de la falta de sueño, y, por tanto, falta de reflejos de sus presas, para ponerse en acción.

Por último, está el borracho, o Homo Urbano Piripi. Este es un tipo de conductor muy común. Es el típico que al frenar te hace comer el asiento de delante, y al arrancar te hace caer de culo, al que algunos atribuyen el hecho de que se ha sacado el carné a través de un curso online. Este conductor adopta múltiples formas. Puede tener o un pelo largo y liso, o largo y rizado, o puede ser calvo...es muy difícil de identificar, y al que solo podemos clasificar cuando nos vemos con un cacho de asiento entre los dientes.

Para cumplir todas las características que caracterizan característicamente las entradas de este blog, me veo obligado a citar alguna película, así que:
-Priscilla, la reina del desierto; en la que he visto que aparece un autobús (solo en la carátula, ni si quiera la he visto, pero sirve para dar el pego)



Atentamente,

el Dr.Pipaspochas

1 comentario:

  1. Querido Doctor Pipaspochas, como lacertilia admiradora suya le diré que en esta ocasión se ha superado en el nivel científico de su aportación. Humildemente, y para completar el apartado cinéfilo, de diré que si de peículas de autobuses hablamos, una de las más famosas es "Speed", con Keanu Reeves y Sandra Bullock, en cual un terrorista pone una bomba en un autobús y para que no explote, este no debe bajar de las 50 millas por hora. En el cine español yo reseñaría el autobús asesino que se cargó a Najwa Nimri en "Los amantes del círculo Polar" de Julio Medem.
    Y eso es todo.
    Reiterando mi admiración y rendida a sus pies me despido, querido doctor
    La dragona de comodo

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