Pues no, no me gustan especialmente los cowboys, así, como concepto, aunque reconozco que la ropa les sienta bien, les hace más viriles (qué palabra tan antigua) y les queda estupendamente esa cosa de no lavarse que todos tienen...cosa que nunca diré delante de mis hijos, no quiero que cunda aun más el ejemplo.
Los alienígenas me gustan más, bueno, no los alienígenas, yo nunca me hubiera casado con alien y reconozco que me habría costado much9 encariñarme de alguien tan feo como E.T., pero me gusta la ciencia ficción, más la leida que la vista en el cine. Pero yo no pagué los casi ocho euros de la entrada para ver aliens, ni para ver cowboys así, en genérico. Yo pagué lo que en plena crisis me parece un pastizal para verle a EL, en mayúsculas, a super DANIEL CRAIG.
Sí, soy una forofa desatada desde que le ví en su primer bond y sí, creo necesario explicar por qué estaba viendo un bond, el primero de mi vida al que me acerqué voluntariamente, sin que mediara ningún ataque sorpresa por parte de ninguna televisión nacional. El caso es que siento una..ejem..pequeña debilidad por los hombres guapos, debilidad que intento disimular de mil maneras, entre ellas no alquilando ninguna peli sólo por la belleza de su prota, aunque eso me obligue a leer críticas, biografías y sesudos estudios que me den una coartada.
En el caso que nos ocupa sencillamente vi el poster anunciador de la peli y me dije que era un hombre muy guapo y que cuando me pusiera enferma podría mostrar alguna indulgencia hacia mi adicción a la belleza masculina. Pero como soy muy fuerte pasaron más de seis meses hasta que me cogí una gripe. Entonces alquilé Casino Royale, la dejé en la estantería del salón, hice las camas, pasé la mopa, puse en marcha una comida de emergencia (paella de marisco congelao...el marisco, no el caldo, faltaría más), pagué los recibos de las extraescolares por internet y entonces sí, me tumbé en el sofá dispuesta a descansar mi cabeza y alegrar mi vista. Y lo que viví solo puedo definirlo como una epifanía: descubrí a un hombre muy guapo que era además un gran actor, capaz como tantos actores ingleses de contarlo todo con los ojos sin usar una palabra, capaz además de reinventar un personaje tan manido y hacerlo por primera vez creible. En fin, que estaba dispuesta a un entretenimiento barato y me encontré otra cosa muy distinta.
Desde aquel momento me hice fan incontestable de Craig, he visto toda su filmografía a mi alcance en inglés subtitulado (porque ¡vaya voz, señores, vaya voz, a la altura de su cuerpo y su mirada!) y todavía ando buscando alguna de sus pelis que no accedieron a nuestro mercado. (PUede incluso, que me de otro ataque anglófilo y sea capaz de ver cualquiera de estos títlos a trozos: un fragmento en castellano para saber qué dicen, y el mismo en inglés para escuchar su modo de decir...no sería la primera vez, no).
Se entenderá entonces que yo, por EL, estoy dispuesta a tragarme lo que sea. Veré incluso la de miedo que ha hecho, yo, que me asusto con "Agárrame ese fantasma" de Abbott y Costello, que con catorce años tuve que salirme de La Bella Durmiente porque me aterraba la bruja-dragón del final. Esto es amor, lo confieso.
El caso es que no esperaba mucho de esta "Cowboys contra Alienigenas", me esperaba incluso lo peor, pero tengo que decir que no está mal. De un modo raro consiguen que no chirrie esa mezcla imposible (imposible por lo menos a los no inicados al comic en que se basa) de colts y armas más allá del láser. Se deja ver, es entretenida, y le pegan muy bien las palomitas de rigor. Además es un gusto recuperar al Harrison Ford de los mejores tiempos, y ver el recital de pequeños gestos que Daniel pone a nuestro alcance, y la ambientación, y la conjunción de dos mundos en apariencia incompatibles.
Pero también tengo que decir que mi pasión uterina por este pedazo de hombre no ha quedado del todo satisfecha: me falta, claro, la versión original, inalcanzable donde vivo (porque si Craig tiene una bonita voz, no se pierdan la de Ford), y un poco más de expansión interpretativa del personaje principal, y haberle visto (por pedir, pedir) más las cachas, que sólo se le ve una vez en una escena bonita pero muy efímera y se me hizo corto, la verdad, no me dió tiempo a babear lo suficiente.
Y como una es, ya lo he dicho, una hooligan del incomparable DANIEL CRAIG, la volveré a ver, claro está , pero en mi casita, que cuesta menos y en V.O.. Y con el mando en la mano para poner el slow donde interese, que hay que amortizar la nómina y aliviar la líbido. Para que veas lo poco que cuesta la felicidad insustancial.
P.D. Me hubiera gustado poner al principio una imagen de mi adorado vestido de vaquero pero se me queman las patatas y lo primero es lo primero. Tampoco importa tanto, en internet hay fotos a porrillo, elige la uqe más te guste